Este verano releí por tercera vez el libro
de Atul Gawande: "Mejor. Notas de un cirujano sobre como rendir
mejor". El libro trata de la lucha de los médicos por cumplir lo mejor
posible con sus cometidos y las ideas del autor sobre cómo mejorar el
rendimiento de la medicina me han inspirado sobre cómo mejorar la enseñanza
universitaria.
Atul Gawande transmite un desmedido e
incontenible afán por mejorar el rendimiento en la profesión médica que en
estas fechas veraniegas me ha inspirado a aplicar algunas de sus ideas en la
enseñanza. Al final del libro (en el epílogo) el autor da unos consejos a sus
colegas médicos para mejorar y uno de ellos es: "cambia". Cito
textualmente: "En la medicina, igual que en cualquier actividad humana,
los individuos reaccionan ante las ideas nuevas de una de tres formas. Hay
quien las adopta enseguida. La mayoría las adopta tarde. Y algunos siguen
siendo porfiados escépticos que nunca dejan de resistirse".
Mi experiencia es que lo mismo ocurre en la
educación escolar y universitaria. He dado cursos de formación del profesorado
a lo largo de 15 años a miles de docentes de los distintos niveles educativos y
he podido comprobar que esa minoría de profesores agentes del cambio (inquietos
por mejorar su docencia y que por ello asisten voluntariamente a cursos de
formación docente) experimentan y afrontan día a día la incomprensión y la
resistencia pasiva de la mayoría que casi siempre están dispuestos a hacer su
trabajo de la manera más convencional posible. Esa mayoría que intentan salir
del paso de la manera más cómoda posible y que actúan como si mejorar la
eficacia de su enseñanza no fuese una de sus preocupaciones prioritarias.
Atul Gawande pone de relieve que el
rendimiento de los profesionales sigue una distribución normal que incluye una minoría
de profesionales destacados con excelente rendimiento, una amplia mayoría con
rendimiento intermedio y una minoría de rezagados con un rendimiento profesional
más pobre. “En todas las actividades humanas, hay una campana de Gauss y,
normalmente, las diferencias que constata son relevantes”
Atul
recomienda a los médicos que quieren mejorar "conviértete en uno de
aquellos que adoptan las ideas nuevas enseguida. Presta atención a la ocasión
de cambiar. No estoy diciendo que uno tenga que aceptar cada nueva moda que
aparezca. Pero hay que estar dispuesto a reconocer las insuficiencias de lo que
uno hace a la vez que se les busca remedio".
En un capítulo del libro trata el concepto
de la desviación positiva en relación con la norma. La desviación positiva se
basa en la observación de que en cada comunidad hay ciertos individuos o grupos
cuyos comportamientos y estrategias poco comunes les permiten encontrar mejores
soluciones a los problemas que sus que sus compañeros, al tiempo que tienen
acceso a los mismos recursos y enfrentan desafíos similares o peores.
Utilizando el concepto de desviación
positiva podemos mejorar apoyándonos en las mejores prácticas de nuestros
compañeros con mejor rendimiento, sin necesitar una lista de buenas prácticas
que con seguridad ha sido generada en un contexto educativo distinto y
posiblemente en otro país y cultura diferentes a los nuestros. Por
ejemplo, en una universidad tendremos profesores que obtienen mejores y peores
valoraciones de su docencia por sus alumnos. Es muy gracioso, pero al respecto Patricia Cross comentó
hace muchos años: " an amazing 94% [of college instructors] rate themselves as above
average teachers, and 68% rank themselves in the top quarter of teaching
performances." Usando
la aritmética más sencilla podemos concluir que del 50% de los peores
profesores universitarios un 44% no tienen una percepción realista de su
autovaloración como docentes. Se creen de los mejores sin serlo e incluso por
cada profesor del primer cuartil hay otros dos que se creen que lo son sin
serlo (¡!). Nuestra autopercepción de nuestra calidad docente es muy subjetiva
y tiene poco que ver con la percepción de nuestros alumnos. Esto lo podemos
comprobar estudiando los comentarios escritos literales de nuestros alumnos en
las encuestas oficiales de valoración de la docencia.
Esos
profesores que desprecian las encuestas y se creen de los mejores cuando sus
alumnos les sitúan en el montón o incluso entre los desviantes negativos, no
creen tener ninguna motivación de peso para invertir más esfuerzo y energía en
mejorar su docencia (si como es habitual, su institución tampoco se la
proporciona) y por tanto siguen tan contentos y felices haciendo año tras año lo
que siempre hicieron (Fink). Esos profesores además suelen despreciar y hasta
denigrar (en privado) las malditas encuestas de opinión de los alumnos sobre la
docencia.
Fink también defiende que en los sistemas
en equilibrio dinámico (y la enseñanza lo es) si algo no mejora entonces empeora
y según él, eso es lo que ocurre con la docencia de muchos profesores
"satisfechos", la calidad de su docencia disminuye significativamente
con el paso del tiempo. Fink establece una sencilla taxonomía de los profesores
universitarios: los que se esfuerzan más por mejorar y mejoran y los que no se
esfuerzan lo suficiente por mejorar y por tanto empeoran con el paso del
tiempo. Como profesores debemos pensar en cual de los dos grupos queremos estar
y cómo podemos esforzarnos de una manera eficaz para mejorar nuestra docencia y
el aprendizaje de nuestros alumnos.
Una manera de lograr mejorar es estudiando que es
lo que hacen los profesores que son los mejor valorados en las encuestas de
opinión sobre la docencia (desviantes positivos). Gracias a este estudio sus
compañeros podrían aprender que es lo que hacen los profesores mejor valorados e
intentar incorporarlo a su propia docencia para así mejorar sus resultados. Así
podrían descubrir que los profesores mejor valorados hacen una serie de cosas que
son muy valoradas por sus alumnos y seguir su ejemplo si es que tienen interés
en cambiar su docencia para que sea mejor valorada por sus alumnos.
Según los comentarios de sus alumnos en las
encuestas oficiales de valoración de la docencia, los profesores mejor
valorados:
1. Demuestran día a día su interés por la
asignatura (dan clases con ganas y entusiasmo) y enseñan cosas interesantes de
forma amena y divertida ("hasta cuando no me entero del todo, por lo menos
me divierto”).
2. Demuestran el interés por sus alumnos
intentando aprenderse sus nombres.
3. Demuestran su interés y preocupación
porque los alumnos entiendan todo (metáforas, ejemplos divertidos, resolución
de dudas,). Ponen interés cuando sus alumnos plantean dudas y se esfuerzan por
contestarlas todas y aclararlas lo mejor posible. Están disponibles para
preguntas tutorías (presenciales y on line) y siempre dispuestos a ayudar.
4. Ayudan a que sus alumnos comprendan
relacionando unos conceptos con otros, no todo de memoria.
5. Hacen que las clases sean interactivas
para mantener la atención de los alumnos. Crean ambientes de confianza que
fomentan la participación de los alumnos en clase y la recompensan.
6. Introducen en sus clases actividades de aprendizaje
participativo y de transferencia de conocimientos teóricos a la resolución de
situaciones problemáticas.
7. Incentivan los comportamientos de los
estudiantes que les llevarán a aprender (estudio previo y participación en
clase).
8. Se interesan por lo que piensan sus
alumnos sobre la asignatura y sobre qué se podría hacer para mejorarla todavía
más.
9. Cuidan las interacciones con sus
estudiantes y establecen buenas relaciones con sus ellos, son cercanos,
dialogantes, respetuosos, y hasta flexibles con las entregas.
10. Fomentan por medio de discusiones y actividades
de aprendizaje activo la capacidad de los alumnos para pensar por sí mismos y
discutir en público.
11. Facilitan materiales de estudio
diversos (ppts, documentos escritos, vídeos, screencasts, etc.) y estimulan a
sus alumnos para que interaccionen con ellos.
12. Transmiten la información a aprender de
forma ordenada, clara y comprensible.
13. Son justos, dan puntos en recompensa al
trabajo y la participación de los alumnos y así fomentan el estudio previo a
las clases.
14. Evalúan aquello que han dicho que es lo
más importante aprender y usan la evaluación formativa para que sus alumnos se
entrenen para la avaluación acreditativa.
Tras leer las reflexiones de Atul Gawande sobre
cómo mejorar el desempeño profesional en medicina me he inspirado y he reunido
una serie de consejos para los docentes que antes de empezar el próximo curso
quieren empezar con buen pie y mejorar su docencia y los resultados de
aprendizaje de sus alumnos.
1. Escucha a tus alumnos, obtén información
fresca sobre las dificultades que encuentran para aprender.
2. Detecta y reconoce las deficiencias en
el logro de los resultados de aprendizaje por parte de tus alumnos y muéstrate
dispuesto a intentar hacer lo que sea necesario para cambiar a mejor.
3. Recoge feedback de tus alumnos para
conocer específicamente que es lo que les cuesta más comprender, cuáles son sus
dudas urgentes y cuáles son los puntos más oscuros y difíciles de comprender.
Reconoce las insuficiencias en el nivel de logro de los resultados de
aprendizaje y mantente dispuesto a cambiar para lograr mejoras en su
consecución.
4. Busca y encuentra aquellas ideas y
habilidades importantes que les cueste más aprender a tus alumnos, e intenta
idear nuevas maneras de explicar y actividades para intentar lograrlo y enfocar todavía más el uso del tiempo en el logro de estos resultados preciados, pero más difíciles
de obtener.
5. No te quejes tanto y no uses excusas
para justificar tu falta de acciones conducentes a cambiar a mejor tu modo de
enseñar y lograr que tus alumnos aprendan mejor (excusas
para no implementar el flipped learning).
6. Pon en práctica nuevas metodologías de
enseñanza aprendizaje que puedan servir para intentar lograr mejorar los
resultados de aprendizaje (prueba
a poner en práctica el modelo flipped en al menos algunos de los temas de tu
asignaturas)
7. Toma medidas precisas y replicadas en
distintos momentos (pre-post) que te permitan medir el efecto de la
intervención e interpretar el nivel de éxito conseguido. Permanece atento para
medir las mejoras, pero también para descubrir los errores cometidos y los
potenciales problemas que pueden causar. Hay que ser creativo para encontrar
las mejores maneras para solucionar los problemas que surjan.
8. Escribe sobre tus intentos por lograr
mejorar los resultados de aprendizaje y difúndelos dando indicaciones a tus
colegas sobre como podrían replicarlo con sus propios alumnos.
En nuestro caso, la puesta en práctica de un
modelo de flipped classroom durante la última década en todas las asignaturas que impartimos en el áreas de inmunología de la Universidad de Alcalá, ha producido mejoras considerables en el
rendimiento académico de nuestros alumnos, su efecto positivo ha sido duradero
(llevamos una década de éxito que ha ido aumentando progresivamente con el tiempo), (mejorar
el aprendizaje). Otros profesores de nuetra universidad y de otras que han asistido a nuestros cursos de formación del profesorado y han seguido nuestro ejemplo incorporando el modelo de flipped classroom también han obtenido resultados exitosos en universidades españolas, portuguesas e iberoamericanas.
Pese
a nuestro éxito seguimos esforzándonos por mejorar. Con el fin de mejorar este
año he revisado las valoraciones y comentarios de los alumnos del año pasado, así
como sus dudas de los primeros temas. Ya he empezado a revisar los planes de clase
para la presentación de dos asignaturas y de los primeros temas de las mismas.
En la próxima semana remataré la preparación de las primeras semanas del curso
y así estaré preparado para arrancar con un buen impulso inicial (hit the ground
running) desde la primera clase.
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